Periódicos Barriales



En 1990 colaboré escribiendo notas de cine y rock en la revista barrial "Imagen", dirigida por Gari Ramos.




Sida: saber evita la muerte

El sida es para muchos sinónimo de “muerte”. Nada estaba más alejado de este encomillado sentencioso y definitivo a comienzos de los años ochenta y hasta, más o menos, mediado de los noventa. La gente se moría de sida, sí; por ignorancia especialmente; porque no había demasiada información en los medios; porque se atribuía a los homosexuales como principales focos de contagio y enfermedad, y entonces el resto no se daba por aludido; porque la ciencia aún no lograba encontrar la forma de derrotar al virus y solamente con algunas drogas se intentaba detener el avance de un virus mutante y aniquilador.

Muchos cambios positivos se han producido en los últimos años y el panorama se ha tornado mucho más esperanzador. La ciencia ha podido establecer nuevas formas para detener el ataque del virus y además generar nuevas expectativas de vida en seropotivos (contagiados y enfermos del VIH).

Hoy podemos afirmar que informarse da vida y que la única manera de evitar el contagio y la muerte es practicar el sexo seguro, informarse y hacerse el testeo voluntario del VIH, porque cuanto antes uno esté al tanto de su salud sabrá como actuar en consecuencia: en caso de ser negativo practicar el sexo seguro, en caso de ser positivo arbitrar los medios para el tratamiento y no reinfectarse.

Consultado el Dr. Sergio Maulen, miembro del Grupo Nexo Asociación Civil, expresó que “se calcula que el 80 % de los seropositivos del mundo no sabe que está infectado”. En el grupo Nexo, como en otras instituciones de lucha contra el sida, se informa a la ciudadanía como prevenir los contagios, qué hacer en los casos de “duda” por haber tenido sexo inseguro y, además, cuenta con un sistema de profesionales que realiza testeos voluntarios gratuitos, que garantizan la privacidad absoluta del consultante, y posee una infraestructura de apoyo médico que acompañará al contagiado y enfermo en su tratamiento.

“Saber evita la muerte”dispara el Dr. Maulen y realza que “saberlo cuanto antes es mejor. Cuando uno está enfermo es más difícil tratarlo”. Con su colaboración elaboramos un informe que la comunidad debe conocer y actualizar.

Formas de evitar el contagio

* Sexual: Usar forro. No practicar sexo oral (la boca en órganos genitales de la pareja), sexo anal y vaginal sin un profiláctico (en el caso del hombre) y un campo de látex (en el caso de la mujer). Se aconseja no utilizar dos profilácticos juntos. Usar lubricantes a base de agua. Nada de cremas ni vaselina porque destruyen el látex del profiláctico y del campo.

* Endovenosa: No compartir jeringas ni agujas. En el caso de los adictos y también en transfusiones. También evitar compartir máquinas de afeitar y cualquier elemento que pueda ser vehículo de contagio entre la sangre de dos personas.

*Parental: De embarazada a bebé. Es aconsejable realizar el testeo de VIH cuando una mujer descubre estar embarazada. Hay un alto porcentaje de reducir el contagio, con tratamientos adecuados, de madre seropositiva al bebé que va a nacer que oscila entre un 97 y 100 % de efectividad.

Sexo casual inseguro(sin preservativo)

* Hay un 100 % de posibilidades de contagio. Aunque tienen que darse diferentes condiciones para que una persona expuesta al virus del VIH pueda contagiarse, mucha gente (en su mayoría los jóvenes) practica relaciones casuales sin utilizar el profiláctico. La injerencia del alcohol y las drogas liberan el apetito sexual y “despreocupan” la conciencia de usar protección.

*Practicar el sexo oral, anal o vaginal sin condón y sin eyacular también advierte probabilidad de contagio. La persona pasiva (quien expone en el coito su ano y/o vagina, incluso boca, sin usar preservativo) tiene 12 veces más de posibilidades de contagiarse el virus.

* El líquido pre-seminal contiene virus. Por eso es aconsejable siempre practicar sexo seguro. Lo mismo ocurre con los flujos vaginales.

* Según las estadísticas, las prácticas de sexo inseguro alcanzan otras enfermedades contagiosas: Blenorragia, Gonorrea, Sífilis, otras venéreas y Hepatitis B. Estas son tan frecuentes y probables como el contagio del virus del VIH.

* Las personas seropositivas deben practicar siempre sexo seguro, ya sea con seronegativos como con seropositivos. Porque existe la posibilidad de una nueva reinfección. El virus muta y tiene diferentes formas de atacar.

Datos Seguros

* En estadísticas sobre enfermos de sida, el 40 % son adictos endovenosos. Luego siguen los heterosexuales y bisexuales (con un alto índice de contagio en mujeres) y después (con un porcentaje más estable, porque están más informados) los homosexuales; dentro de la comunidad gay hay abundantes campañas de prevención y mayor conciencia para someterse a testeos voluntarios del VIH.

* Período Ventana. Es el tiempo en que tarda en aparecer el virus en los testeos. Es de tres meses. Desde la última vez que se practicó el sexo en forma insegura y hasta el momento en que es factible de ser detectado en la sangre. A partir de estos 90 días es recomendable realizarse el testeo voluntario, que es gratuito.

* Testeos. Son gratuitos (Hospitales Fernández, Muñiz, Ramos Mejía, Clínicas, algunas Fundaciones y Asociaciones Civiles). Test de Elisa es el primeo que se realiza. Si da negativo, desde ese momento hay que practicar sexo absolutamente seguro. Si da positivo hay que realizar un nuevo test más complejo (Western Blot o IFI) que determinará una negatividad o confirmará la positividad del anterior. Si en esta etapa da negativo, el paso siguiente es practicar sexo absolutamente seguro. Si da positivo, hay que comenzar a combatir el virus con un seguimiento tri o cuatrimestral e iniciar el tratamiento que se acordará siempre entre paciente y doctor.

Tratamientos para combatir el virus

* Tiempo. En la actualidad es imperioso conocer cuanto antes la posibilidad de estar contagiado. Es más fácil atacar al virus desde el principio. Cuando un ser está enfermo es más complejo.

* Consultas al médico. Siempre hay que mantener una continua charla con el médico que acompaña el seguimiento del contagiado o enfermo. Saber en qué momento será necesario comenzar a usar el cóctel de drogas que detiene el avance del virus como también el momento ideal de cambiar por una nueva combinación del cóctel del drogas. El momento ideal para comenzar un tratamiento con el cóctel es de debate permanente pero algo es cierto: el enfermo debe estar seguro.

* Cóctel de drogas. La combinación que se utiliza para combatir al virus es de tres drogas sobre 15 que existen en el mercado. Es probable que un médico arbitre una combinación que luego deba ser dejada de lado por una nueva combinación según el caso lo requiera.

Si un seropositivo está bien la tendencia es NO utilizar el cóctel. De todas maneras, el cóctel es la única manera de combatir al sida (además de la prevención y el sexo seguro).

* Negativizarse. El virus es indetectable en la sangre. Es una forma de llamar a quienes son seropositivos y que han logrado por los efectos del cóctel que no se advierta virus en su sangre, aunque el virus por el momento no desaparece. No hay mediciones que determinen lo mismo en el semen y las secreciones vaginales.

* Estudios de control del virus. Hay dos formas indispensables y complementarias (recuento de CD4 y Carga Viral) que miden como el virus destruye las células del sistema inmunológico. Estas sirven para saber como se encuentra el contagiado y/o enfermo y cuales son los pasos a seguir que puedan indicar el inicio de un tratamiento, no aplicar ninguna medicación, continuar con el cóctel o modificarlo, según el caso.

Los CD4 son los glóbulos blancos que ataca el virus. Su medición sirve para advertir la extensión de daños ocasionados al sistema inmunológico. La marca tope que demanda un tratamiento es de menos de 350 CD4, entonces, siempre con la anuencia propia y del médico, es una probabilidad de comenzar a tomar medicación.

La Carga Viral es la forma de medir la cantidad de virus que hay en la sangre. Sirve para determinar la intensidad del ataque. Cuando el valor supera más de 40.000 copias por mililitro, también, siempre con la anuencia propia y del médico, es una probabilidad de comenzar a tomar medicación. Si la marca es inferior a los 40.000 el seropositivo se negativiza, pero en ningún caso deberá dejar de practicar sexo seguro ante la posibilidad de reinfectarse.

Si los niveles de CARGA VIRAL están por debajo de los 40.000 y los CD4 superior a los 350 se recomienda NO iniciar tratamiento y repetir los estudios cada 3 o 4 meses.

* Lugares de consulta más respetados, accecibles y gratuitos

Grupo NEXO: 4374-4484, Lun a Vie de 17 a 21 hs.

Fundación SPES: 4803-1414 / 4805-3477, Lun a Vie de 17 a 20 hs.

Fundación HUÉSPED: 4981-1855 / 7777.

Hospitales: Fernández 4808-2600 / 2626, Muñiz 4304-2386 / 2925, Ramos Mejía 4931-5252, Clínicas 4961-6001 / 7575


Nota publicada en La Urticaria Nº 11, mayo de 2001



Hepatitis B: El acecho constante

La Hepatitis B es considerada unas de las principales causas de muerte en el mundo. Ataca el hígado, que es uno de los órganos principales del cuerpo humano. Tiene similares vías de contagio que en el caso del VIH. En ambos, se transmiten por contacto sexual y por sangre (la Hepatitis B también por saliva), de madre embarazada a hijo (es menos frecuente en el caso de la B), y se previenen con el uso del profiláctico. La Hepatitis B tiene una a favor, se la puede prevenir con una vacuna eficaz. Tiene una en contra; a menudo la gente no repara en las consecuencias que a largo plazo genera.

Los virus buscan huéspedes amables donde multiplicar sus ataques. El virus de la Hepatitis encontró en el hígado humano el confort ideal.

Hasta que el virus del VIH irrumpió a principios de los ochenta, la Hepatitis B era considerada la gran enfermedad venérea. Enfermedades de transmisión sexual como la Blenorragia y la Sífilis eran el paso seguro hacia una Hepatitis B.

La Hepatitis B, como alertamos, es una enfermedad venérea. Es típica entre drogadictos. Es una enfermedad que en la mayoría de los casos no reviste síntomas. Puede pasar inadvertida en una persona que no se somete a un control específico durante los primeros 8 años de tenerla y puede llegar hasta los 30 años sin presentar síntoma alguno. Esto significa que alguien puede tenerla y curarse espontáneamente sin enterarse que la hubiese padecido, o puede revelarse con daños hepáticos a largo plazo con posibilidades de contraer cirrosis o cáncer de hígado de 20 a 30 años después de haberla contraído.

La clave está en “no pensar que uno tenga síntomas para tenerlo y (es mejor) realizarse un testeo cuanto antes de Hepatitis B para hacer un diagnóstico temprano e intentar un tratamiento” advierte el especialista en infectología, Dr. Sergio Maulen.

Síntomas, tratamiento y recuperación

En el 70 % de los casos es asintomático y aparece tardíamente. Cuando se manifiesta lo hace con decaimiento, alta temperatura, falta de fuerzas, la piel se torna amarillenta, hay hinchazón del hígado. “Tiene una capacidad contagiante mucho más alta que el VIH porque se encuentra más concentrada en todas las secreciones del cuerpo y es muy resistente a las circunstancias ambientales” argumenta el infectólogo. Una persona con Hepatitis B, siguiendo los consejos médicos, se recupera totalmente, puede tener una vida normal aunque el virus jamás desaparece. Es por este motivo que se rechazan las donaciones de sangre en personas que la tuvieron para evitar cualquier posible foco de contagio. Cuando una persona se cura no habrá probabilidades de reinfección, porque solamente se la padece una vez. Sólo un 10 % de la población que la tuvo no cura la enfermedad y son portadores crónicos del virus. De este porcentaje, que los médicos consideran elevadísimo, una gran cantidad llega a tener complicaciones graves.

Para un eficaz tratamiento, basta con seguir las indicaciones del médico: reposo y una dieta alimenticia. Existen casos en los que la enfermedad se cronifica, para los cuales deberán realizarse otro tipo de tratamientos. “El tratamiento con antivirales solo cura el 50 % de los pacientes y para el resto queda la opción del transplante que tiene el riesgo de que el hígado pueda ser invadido por los virus que quedaron en el organismo” completa el profesional.

Vacunas y testeos

A diferencia del sida, la Hepatitis B, puede ser prevenida con vacunas. Desde 1978 apareció una vacuna efectiva. Su costo oscila entre los 28 y 45 pesos. Los hospitales municipales ofrecen un examen gratuito de Hepatitis B con resultados efectivos entre 10 y 15 días. La Organización Mundial de la Salud considera aplicarla a los pocos meses del nacimiento y durante toda la adultez. Con tres dosis la prevención es por cinco años. Luego se aconseja un refuerzo. Es ideal vacunarse antes del debut sexual.

El 60 % de los VIH positivos presentan Hepatitis B. En gente con VIH se justifica su vacunación. De este modo se evita que sea obstáculo en el tratamiento del seropositivo. “El virus de la Hepatitis B puede acelerar la actividad del VIH y lo mismo puede suceder recíprocamente. Se considera vacunar a gente con VIH cuando el médico ve que hay una respuesta favorable con la carga viral y de CD 4 (ver La Urticaria N° 11), y el enfermo está en tratamiento con medicación retroviral” dice el Dr. Maulen.


Prevenirse la Hepatitis B, evitar contagiarse las Hepatitis A y C

La mejor manera de evitar un contagio de Hepatitis B es utilizar el profiláctico, vacunarse y no compartir jeringas.

En los casos en los que se practica cunnilingus (sexo oral anal) existen probabilidades de contagiarse Hepatitis A; este caso de Hepatitis se da porque el virus entra por la boca y se aloja también en la materia fecal (habitualmente un contagio de Hepatitis A se produce por comidas o líquidos contaminados con el virus).

Las mismas vías de prevención que en la Hepatitis B son para evitar un contagio de Hepatitis C, si bien en general es poco frecuente, salvo cuando está asociado con VIH, que aumenta su concentración. El profiláctico es la mejor protección. También puede ocurrir de madre a hijo en el momento del parto aunque es poco frecuente. Para combatirla se usa el mismo tratamiento que la Hepatitis B.

No existe una vacuna preventiva para este tipo de Hepatitis (cuyo descubrimiento data a partir de los noventa) y es muy común su forma de contagio por vías endovenosas (transfusiones de sangre no controladas) o por compartir jeringas. La Hepatitis C está estrechamente asociada al virus del VIH y su porcentaje de cronicidad es más elevado que en el caso de la Hepatitis B. Es más agresivo y el 40 % de los casos de Hepatitis C son crónicos y devienen también en cirrosis y cáncer de hígado.

Nota publicada en La Urticaria Nº 12, junio de 2001



Marihuana: Un mito urticante

La marihuana es uno de los urticantes mitos que irremediablemente se procura minimizar. Hay quienes menosprecian un debate sincero, hay quienes objetan sin bases sólidas, están también los que se horrorizan con solo mencionarla, y unos tantos que persiguen adentrarse en la disertación. Pero estamos en la era internet y es imposible escaparle a la información; es arcaico “evitar hablar de ciertas cosas” y quien no ve la realidad no puede nutrirse en el saber, y quien no asume esa realidad perdió.

Marihuana, alcohol, tabaco y drogas duras

A menudo las posturas se dividen entre quienes desean la legalización de la marihuana: para aplicarla en cuestiones medicinales o para regocijar un estado de ánimo, o su prohibición: porque la consideran adictiva o una puerta de entrada a drogas más letales como la cocaína. Pero son ciencia y política, quienes tienen que hacer rodar la discusión que nos permitirá dilucidar y adoptar un criterio de análisis de los pro y las contra de consumir marihuana, de su legalización y/o su penalización.

En los últimos años han ocurrido diferentes hechos que acentúan más el disenso y que abren un abanico de posibilidades a las que diferentes países ya han suscrito, como continuar su prohibición (por ejemplo en los Estados Unidos o Inglaterra) o promover su legalización (en los casos de Holanda y Bélgica).

La Organización Mundial de la Salud (OMS) sostiene que el cannabis podría ser más seguro que el alcohol o el tabaco. Cerca de 1.100 millones de personas (uno de cada tres adultos; para el año 2.025 la cifra se incrementará a 1.600 millones) consumen tabaco en el mundo. Anualmente mueren cerca de 3 millones y medio de personas por el cigarrillo (6 % de todas las muertes mundiales). En el caso del alcohol, por lo menos 750 mil son las que fallecen por año (1,5 %), y un alto porcentaje de consumidores tiene problemas hepáticos que pueden devenir en cáncer y cirrosis.

El consumo de marihuana provoca un significativo número de trastornos en la salud y el incremento de su uso podría hacer que la situación empeore. Como dato certero, podemos afirmar que el 0,2 % de causas de muerte anual en el mundo son provocadas por drogas ilegales, entre las que se destacan la cocaína y la heroína y, claro está que la estadística comprende a la marihuana, aunque es poco probable constatar algún tipo de sobredosis por el solo hecho de fumarla.

En 1996, ciudadanos de California aprobaron su legalización para utilizarla “sólo” con fines medicinales. En Holanda es parte de la vida cotidiana desde que se propició el debate hace casi treinta años. Recientemente Bélgica se sumó y países como España, Italia y Portugal emprenden el camino de la despenalización. La DEA (el organismo que persigue el narcotráfico en el mundo) la ha clasificado entre las drogas de clase A (como a la heroína y a la cocaína), lo que significa lisa y llanamente que no tiene ninguna posibilidad de ser aplicada como medicina, aunque como advertimos hay estados que lo permiten (en 18 se promueve su investigación y en 6 se receta como medicamento). Ciencia y política debaten (con posturas encontradas dentro de ambos grupos incluso) si es conveniente aplicar su despenalización, si los alcances medicinales son efectivos, si el temido mote de “puerta de entrada” hacia drogas mayores es viable, si el grado de nocividad con respecto a adicciones legales como alcohol y tabaco es inferior, igual o superior, y medir el índice de adicción, abstinencia o muerte que pudiera provocar.

En Argentina

Según estadísticas extraoficiales, son cerca de 300 mil personas las consumidoras de drogas de todo tipo en nuestro país, de las cuales casi la mitad de ellas lo hace una vez por semana. Ciertos sectores activan un diálogo profundo, sin embargo para el grueso de nuestros dirigentes y científicos es más urgente deliberar otros temas mientras continúa la sistemática persecución a quienes ilegalmente se fuman algún cigarrillo de marihuana (el archifamoso “porrito”). Los traficantes son penalizados y quienes la utilizan para consumo personal pueden ser condenados con uno a dos años de prisión. Desafortunadamente los consumidores son catalogados delincuentes cuando en realidad debería esgrimirse un modo de contención social y de salud para ellos. El consumo, tenencia y tráfico de la marihuana está penalizado, el gobierno defiende la postura de prohibición y el pueblo se pregunta, una vez más, por qué los mitos siguen sin dilucidarse, por qué a los consumidores se los discrimina y se los criminaliza. A pesar de esto, se intensifica el aroma a marihuana, sin tantos tapujos, cada vez con mayor desinhibición en las calles porteñas.

La marihuana es... ¿letal o aliciente?

La marihuana (como el hachís) no es una droga letal según informa la OMS. Distintos diccionarios consultados definen que, fumado produce un efecto alucinatorio y excitante, que tiene propiedades narcóticas e hilarantes y que puede utilizarse como forraje y medicina. Hace efecto cuando llega a ciertas zonas del cerebro, en la zona donde se genera el pensamiento lineal. También alcanza lugares como el cerebelo que coordina movimiento y equilibrio, y una médula que articula la intensidad de las sensaciones de dolor.

Profesionales consultados sostienen que si es adictiva lo es de manera leve. Prácticamente no existe un índice de dependencia en la abstinencia. Y a la hora de definirla como posible “puerta de entrada” a drogas mayores, las opiniones difieren. Un grupo sostiene que abre el camino a drogas duras, como la cocaína, la heroína, el crack y el éxtasis, que son altamente adictivas y peligrosas. Otro grupo señala que tal vez esa puerta de entrada es parte del estigma social, económico y legal que se le atribuye.

Estados Unidos gasta alrededor de 30.000 millones de dólares por año para combatir el narcotráfico y consumo de drogas. Si se legalizara la marihuana (en los Estados Unidos) se reduciría el costo lo que le restaría un movimiento de dinero enorme (reducción del curro), porque la mayoría de los consumidores de drogas son marihuaneros: si se eliminan a las 10 millones de personas que consumen marihuana regularmente, la guerra contra las drogas se reduciría a los tres millones de adictos de drogas duras. En resumen, pocas probabilidades de justificar un gasto millonario. Sembrar el pánico y mantener su prohibición es esencial para seguir moviendo tantos dólares y la mejor manera es convenciendo a la población de los efectos adictivos, letales, sin ningún tipo de aplicación medicinal y fundamentalmente como puerta de entrada para consumos más nocivos. Algo parecido ocurre por estos pagos.

Legalización, el ejemplo de Holanda

Holanda, país que encabezó su despenalización, tiene sus propias limitaciones al consumo. Proliferan los llamados Coffe-shops donde se pueden adquirir las llamadas drogas blandas como la marihuana y el hachís. Pero penaliza la fabricación, tenencia y venta de estas mismas. Discriminando esto último del consumo de marihuana, el estado holandés asegura no excluir de un régimen sanitario a los adictos y así mantenerlos dentro del sistema social. Logran de esta forma que los consumidores de marihuana (que encuadran dentro de los fumadores y alcohólicos) no circulen el submundo de la marginalidad que mueven la cocaína y la heroína. En Holanda, si querés fumar marihuana y hachís podés hacerlo, si deseás drogarte con algo más potente también podés hacerlo (aunque está penalizado), pero el adicto tiene la contención de programas de recuperación como la posibilidad del recambio gratuito de jeringas en el caso de los que se inyectan. Claro que Holanda no es el paraíso, pero sí responde con todas las garantías de asistencia médica y social para los adictos porque para el estado son enfermos, no son delincuentes.

Marihuana medicinal

Es cierto que la marihuana genera problemas de salud. Sin embargo es una amenaza inferior para la salud que el alcohol y el tabaco. Fumar marihuana por muchos años puede provocar bronquitis crónica, riesgos mayores de desarrollar cáncer de pulmón, garganta y boca, problemas en la memoria. Por eso se recomienda, aún en los casos en que es legal, que no es conveniente para las mujeres embarazadas, en adolescentes conflictivos, en alcohólicos, en esquizofrénicos, asmáticos y en conductores de vehículos. El consumo de marihuana en forma moderada, según sostiene la medicina, tiene pocos efectos nocivos sobre la salud y todavía no se fija un postura del daño que pudiera ocasionar. Hay gente que fuma para combatir diferentes tipos de enfermedades y se estima que la planta de cannabis tiene probablemente propiedades analgésicas. Puede servir para aliviar dolores de cabeza o para el reuma y se ha utilizado durante los primeros años de la aparición del VIH en enfermos, y también para gente con cáncer, para estimular el apetito y para evitar náuseas y vómitos. Sin embargo, es una decisión política, con el rigor científico que lo amerite, el debate que nos debemos para delimitar su aplicación en el aspecto medicinal y establecer los riesgos del consumo en el placer y en la adicción, en la que (como sucede con el tabaco y el alcohol) cada adulto deberá hacerse cargo.


Nota publicada en La Urticaria Nº 13, julio de 2001



Donar órganos: generar Vida

Alrededor de cinco mil quinientas personas esperan(zan) cada día. Cerca de ciento cincuenta profesionales corren contra reloj; alguien estuvo dispuesto a generar más vida; alguien, quizás usted, quizás vos, puede activar la vida de diez o más personas. Simplemente donando los órganos.

Pero no resulta fácil, porque existen prejuicios, porque el miedo a las muertes propia y ajena nos paraliza, porque fantaseamos -y es lógico porque somos humanos racionales e imperfectos- cosas morbosas con nuestro cuerpo una vez muerto, porque dejamos pasar por alto la oportunidad de hablar del misterio que esconde la muerte.

La muerte es un camino inevitable que nos tocará a todos. Es mejor aventurarnos en cosas materiales y mediáticas que profundizar demasiado al respecto. Nos abrigamos al cobijo de Dios y transitamos la vida que se nos regaló del modo que podamos. Y quien no plantea la existencia de un Dios y algo más allá de la muerte vive con otros interrogantes seguramente. Discutir sobre la muerte es ciertamente algo urticante. Qué mejor que hablar del triunfo de la selección de fútbol, de los problemas que acarrean al querido Ferro o que “me voy a poner” para salir el sábado a la noche. Mientras tanto, alguien espera. Y esa espera trae ilusiones, frustraciones cuando no hay compatibilidades, alegrías cuando se aguarda un transplante. Ese alguien espera la vida, porque es lo realmente preocupante. La muerte la tenemos todos asegurados, pero la vida...

La vida

Nacemos, vivimos, reímos, lloramos, respiramos. Respiramos. Así de fácil, así de simple. Pero a veces nos toca en suerte tener inconvenientes, que pueden devenir en la necesidad de un transplante. Entonces nos transformamos en pacientes. Y aquí la paciencia juega el gran rol. Y surge la posibilidad de un donante, y descubrimos (ya lo sabíamos mucho antes) que solamente un pequeño porcentaje de fallecidos puede transformarse en potencial donante. Sólo cuatro de mil muertes tienen esa posibilidad. Entonces, otra vez, la paciencia vuelve a nutrir la espera(nza); las oportunidades de ser trasplantados se alargan. Pero hay, por suerte, mucha gente, atenta a las señales, que toma un poco más de conciencia, que advierte que además de tener un hijo, plantar un árbol y escribir un libro, hay una cuarta “señal” de vida que es donar un órgano. Así y todo no consideramos tan fácilmente el mensaje que nos invita a donar órganos. Es comprensible porque la desinformación y los tabúes se multiplican y es comprensible que adoptemos la postura de ignorar y seguir. La vida sigue para uno mientras alguien seguirá esperando. Pero podemos reaccionar y descubrir que más allá de lo espiritual que surgirá a partir de la muerte también algo material, un regalo de amor, puede quedarse en esta vida generando más vida. Si donamos nuestros órganos un gran abanico se abre y permite que más de diez personas puedan salvarse cada día.

Los miedos están: el tráfico de órganos es el gran monstruo. Sin embargo, cuando se toma conocimiento que en el proceso de extracción, conservación y transplante de órganos intervienen cerca de ciento cincuenta profesionales, que lo regula la Ley Nacional de transplantes y que los mitos se destruyen con información, todo se torna más claro.

La cuarta señal

“La falta de órganos sigue siendo la causa más importante por la cual no se puede dar una respuesta a todos los pacientes en Lista de Espera” cita una promoción que desde el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires se distribuye bajo el lema de “Elegir es dar vida”. Cada uno de nosotros tenemos esa posibilidad y somos quienes elegimos dar vida a alguien luego de que nuestra vida ingresa en una nueva dimensión, seguramente incomprensible de entender por ser terrenos e imperfectos. De la que sí entendemos es de esta vida terrena e imperfecta, y sabemos que así como necesitamos de los demás para todo, alguien puede necesitar de nosotros también.

Las religiones monoteístas (que profesan la fe en un Dios) avalan la donación de órganos porque consideran que es un acto de solidaridad y fraternidad humanas. Está en nosotros la decisión: elegir para dar vida.

Para ser donante

Manifestárselo a familiares y amigos es esencial, porque son ellos quienes garantizarán esa voluntad. Se pierden muchas posibilidades de transplantes porque los familiares y amigos no conocen la voluntad del donante y entonces niegan su consentimiento. Con eso solamente basta. Pero también existen otras maneras que no excluyen a la primera: con más de 18 años, se puede concurrir con DNI a cualquier centro autorizado y allí mismo llenar un formulario simple. Firmar el acta de donación. Esta acta es un documento en el que se autoriza la extracción de los órganos. El INCUCAI (la autoridad nacional responsable del transplante de órganos) guarda secretamente el acta a fin de resguardar el anonimato del donante. Como contrapartida se extiende un carnet de donación que certifica la voluntad de donar.

También se puede hacer el trámite en cualquier Registro Civil. En el nuevo DNI puede quedar asentado. La decisión de donar puede revertirse con el mismo trámite y queda expreso también en el DNI nuevo. Este paso también es importante en tanto que si algún familiar no conoce el consentimiento de donar del fallecido, esta manifestación escrita prueba la intención del donante, especialmente en un momento donde correr contra reloj es vital a la vez que la situación de dolor se apodera de los familiares del donante.

Una carrera contra reloj

La cantidad de personas que aguardan un transplante es considerablemente mayor a la cantidad de donantes que existen. A la hora de un posible transplante, previo chequeo de quienes tienen mayores posibilidades de recibir un órgano, el INCUCAI da luz verde para que alrededor de ciento cincuenta profesionales intervengan para garantizar el éxito. Quienes tendrán prioridad serán los pacientes que tengan compatibilidad con el donante y deberá existir un principio de regionalidad, la edad del receptor y su antigüedad en lista de espera.

El traslado de los órganos se realiza en perfecto estado de higiene y en medios de conservación (a 4° C por períodos breves: de 4 a 24 horas, lo que dependerá del tipo de órgano). La operación de transplante se denomina ablación, que es una intervención quirúrgica de alta complejidad. Cada donante puede salvar muchas vidas y mejorar la calidad de otras tantas. El abanico de posibilidades de órganos a transplantar alcanza a riñones, corazón, pulmones, pancreas, hígado, intestinos, córneas, huesos, piel y homoinjertos valvulares y vasculares. Para que este operativo sea exitoso dependerá nada más y nada menos que de la decisión de donar.

Operativo de transplante

Según informa el folleto promoción citado cuando ocurre una muerte de un donante, “el equipo médico que atendía al paciente fallecido tiene la obligación ética y legal de informar al organismo de procuración” y expresa que “por ley el diagnóstico de muerte lo realiza un neurólogo, mediante evaluación clínica con pruebas específicas donde se constata la irreversibilidad del fallecimiento. Estos exámenes confirman sin ninguna posibilidad de duda, la muerte del potencial donante”.

A partir de ello se solicita el consentimiento familiar. “La mayoría de las familias optan por dar su consentimiento tratando de respetar la voluntad del fallecido”. Sin embargo, hay un 26 % de los operativos que se suspenden por negativa familiar. “La muerte de un ser querido es tan dolorosa como inevitable”. Está en nosotros desabrigarnos los prejuicios, y elegir dar vida.


INCUCAI: 4778-8300 (www.incucai.org.ar)
Programa de Procuración de Órganos: 0800-333-6627 (www.ppaaot.intramed.met.ar)

Nota publicada en La Urticaria Nº 14, agosto de 2001


Esclerosis múltiple: un mal desconocido

La Esclerosis Múltiple (en adelante EM) es una enfermedad que se la conoce desde hace 130 años pero que poco se sabe de ella. Afecta al sistema nervioso central (SNC). Es un tipo de afección múltiple que le permite a la enfermedad tener una gran variedad de manifestaciones clínicas. Se declara por destrucción de la mielina, que es una sustancia compuesta de lípidos y proteínas que se encarga de proteger y cubrir las fibras nerviosas en su trayecto dentro del sistema nervioso. Sus causas no se conocen exactamente, pero se admite que resulta de numerosos factores. En las últimas décadas ha aumentado con frecuencia el número de pacientes en Latinoamérica; se estima que 30.000 personas tienen EM en nuestro país. “Más de la mitad de los pacientes diagnosticados con EM experimentarán poca o ninguna interferencia con sus actividades normales al inicio de la enfermedad, mientras que una tercera parte puede llegar a requerir de apoyo para realizar sus actividades habituales” dice el Dr. Arturo Violante. Esta enfermedad posiciona al enfermo y sus acompañantes ante un nuevo desafío en el proyecto de vida.

Cómo surge, quiénes pueden tenerla

“Los síntomas pueden ocurrir en forma intermitente con períodos de resolución completa de los síntomas o bien pueden recurrir y progresar en el curso del tiempo” argumenta el experto. Por este motivo se dificulta un diagnóstico inmediato, porque resulta esencial conocer la enfermedad para poder atender la posibilidad de su diagnóstico y habrá que considerar “su carácter recurrente así como la afección a múltiples sistemas neurológicos”; para lo cual se requerirá de estudios neurofisiológicos y de resonancia magnética para su confirmación.

Aunque resulta, como cualquier enfermedad, un punto de temor, la mejor manera de avanzar es asumir el camino, que aunque nebuloso y dificultoso, abrigará los mejores resultados de sobrellevarla y combatirla. “No negar” como nos manifestó Ignacio Zayat (enfermo y miembro de ALEMA: Asociación para la Lucha contra la Esclerosis Múltiple en la Argentina). “Es una enfermedad individualista –dice- porque cada caso es distinto y la mejor manera de crecer es admitiéndola, no ocultándola”.

Según explican los especialistas cuando surge la EM “podemos tener compromiso del SNC, tanto a nivel del cerebro como en la médula espinal. Las complejas conexiones de las células nerviosas son las que explican el por qué de las múltiples manifestaciones que pueden acompañar a la enfermedad”.

Un componente genético y estar expuesto a agentes ambientales (como un virus o una bacteria) juegan un papel principal para estar proclive a contraerla. No es culpa de un solo gen sino como manifiesta la Dra. Astrid Rasmussen “de un proceso complejo en el cual interactúan varios genes. Cada uno de estos genes sólo tiene una pequeña contribución a la enfermedad y será necesario que el sujeto se exponga a otros factores ambientales desencadenantes”. “No se cura, no es contagiosa, no es hereditaria” expresa Zayat a modo de enunciado. “Hay una predisposición en un 20 % de que un enfermo pueda transmitirla a un descendiente” expuso a La Urticaria la Lic. Débora Fleschler de EMA (Esclerosis Múltiple Argentina) porque cada caso es particular y se diferencian las probabilidades de contraerla según los países e individuos.

Primeras manifestaciones más frecuentes

  • Neuritis óptica (pérdida visual de uno o ambos ojos de instalación relativamente rápida);
  • Alteraciones motoras (evidentes por parálisis muscular y sensitivas relacionadas a pérdida de la sensibilidad corporal, como del equilibrio que devienen en dificultad para caminar y coordinar movimientos).

Estas manifestaciones se dan durante varias horas o días y pueden desaparecer en forma parcial o completa.

Cambios en las funciones del conocimiento o de la conducta

A partir de manifestarse la enfermedad pueden ocurrir diferentes tipos de trastornos y disfunciones relacionadas con el conocimiento y la conducta. Pueden darse una o varias al mismo tiempo como ser:

  • problemas en la capacidad intelectual,
  • disminución en la capacidad para recordar los eventos recientes,
  • dificultades para orientarse en los lugares aunque sean conocidos,
  • trabajo para percibir objetos o poder identificarlos en posiciones inusuales,
  • dificultad para coordinar sus movimientos con la mirada,
  • disminución en la destreza y velocidad del movimiento,
  • alteración en las sensaciones,
  • dificultad en la capacidad para lograr iniciar o terminar una tarea,
  • cambios en el comportamiento emocional y afectivo.

Estas dificultades se encuentran, dice la Neuropsicóloga Ma. Cristina Quijano M., “relacionadas con las limitaciones motoras que en ocasiones caracterizan la enfermedad, haciendo que los pacientes se vean más limitados de lo que realmente podrían estar”. En la cotidianidad las alteraciones que presenta un paciente, ya sean de conductas o de conocimiento, son en esencia el principal factor en la vida de este “no sólo para determinar la capacidad de desempeño en actividades diarias sino también para determinar su capacidad de trabajo”.

Tipos de EM más frecuentes

  • Brote-Remisión: ocurren nuevos síntomas (Brote) de la enfermedad, con actividad inflamatoria en el SNC y la consecuente aparición de nuevos síntomas de la enfermedad, alternando con episodios de inactividad de la enfermedad (Remisión), que pueden llegar a durar meses o años.
  • Crónica Progresiva: se van adicionando síntomas de manera continua y también existe una forma benigna, en la cual después de una manifestación inicial de la enfermedad (Brote), no surgen nuevas manifestaciones y el paciente, habitualmente tiene un mejor pronóstico.

Según estudios que se vienen realizando hay algunos resultados que pueden determinar probabilidades de tenerla. Las mujeres son las que con mayor frecuencia tienen EM (una cada tres hombres en Argentina). Se manifiesta en personas entre 20 y 40 años, pero puede surgir en niños y ancianos. Recientes investigaciones revelaron que factores genéticos y ambientales están involucrados en el origen de la EM a nivel poblacional. “Un gran número de enfermedades tiene influencia de herencia en los individuos, ya sea porque la enfermedad sea totalmente causada por una alteración en el material hereditario, y por lo tanto se va transmitiendo de generación en generación dentro de las familias, o porque la herencia sea sólo la causa de un aumento en el riesgo de padecer una enfermedad”, señala la Dra. Rasmussen y advierte que en este último caso se hablaría de “familias con una mayor ‘predisposición’ al padecimiento y serán factores no hereditarios (del medio ambiente) los que finalmente determinen si el individuo susceptible se enfermará o no”.

Tratamientos

El tratamiento es un interactivo trabajo de especialistas (neurólogos, psicólogos, urólogos, kinesiólogos, clínicos, ortopedistas, foniatras) y aunque la enfermedad no tiene cura, puede lograr controlársela. Hay doctores -que Zayat recomienda- que atienden en los hospitales Ramos Mejía, Italiano, Durand y Francés, con costos en algunos de los casos, que trabajan muy bien y advierte la existencia de un medicamento (Revif), que debe ser consultado al médico, que frenaría el avance de la enfermedad.

Saber vivir con EM

Existen diferentes modos de sobrellevar una enfermedad como la EM. Lo primero que se debe asumir es “saber vivir con EM”. Es esencial no exponer el cuerpo: hay que alimentarse bien, realizar ejercicios que deberán ser administrados de acuerdo a la energía que cada uno sabe reconocerse en sí mismo. Concentrar los esfuerzos en el día a día y no pensar en los problemas que puedan surgir al día siguiente. Es fundamental descansar lo suficiente. Cada paciente debe relacionarse con gente para hablar y compartir sentimientos y que puedan ofrecer soporte. Es necesario, como ocurre con el sida, incorporar la EM en la visión del mundo, de acuerdo con los valores personales. Como hizo Miguel Gallardo, enfermo y fundador de ALCEM (Asociación de Lucha Contra la Esclerosis Múltiple), ante la necesidad de canalizar información entre enfermos y familiares. En ALCEM cuentan con un cuerpo médico de asesoramiento de especialistas que en forma voluntaria atienden las consultas y tienen grupos de autoayuda para enfermos y familiares.

Los grupos de apoyo son otro modo valeroso para compartir sentimientos y experiencia entre pacientes y familiares. Los grupos fomentan la idea de que el paciente no está solo; promocionan un modelo de conocimiento alternativo de la enfermedad; dan una oportunidad de autoevaluación y crítica mutua; establecen un modelo de conducta positiva que trasmiten los asistentes para otros pacientes; enseñan estrategias efectivas para enfrentar los problemas diarios, y proporcionan una red de relaciones sociales con quienes comparten una misma problemática.

La Esclerosis Múltiple molesta, dificulta, modifica los hábitos y las relaciones de un enfermo y su entorno pero restablece una posición ante LA VIDA, asumiendo EL compromiso con LA VIDA, con un absoluto positivismo y entrega.

Lugares de consulta

Fuentes: Guía práctica para el paciente con EM, Dra. Teresa Corona Vázquez y M. en C. Yaneth Rodríguez Agudelo, México, Septiembre, 2000. (Se puede consultar en EMA).


Nota publicada en La Urticaria Nº 15, septiembre de 2001


Cáncer de mama: “alerta máxima”

El cáncer de mama es una enfermedad que se puede desarrollar en una o ambas mamas. Es un tipo de cáncer muy frecuente en las mujeres e incide, en forma muy baja, también en hombres. La detección temprana del cáncer de mama puede reducir significativamente el peligro.

Cada mama está compuesta de seis a nueve lóbulos. Dentro de cada uno hay unos lobulillos que terminan en docenas de diminutos bulbos que pueden producir leche. Los lóbulos, lobulillos y bulbos están unidos por unos finos conductos que desembocan en el pezón. Un bulto nuevo o una molestia puede expresar un “alerta”. El cáncer de mama en la fase precoz no causa dolor. De hecho, cuando empieza a desarrollarse, no da síntoma alguno. Pero como el cáncer crece, puede ocasionar cambios que la mujer, debe vigilar: bulto nuevo, engrosamiento en los senos, flujo pegajoso o sangriento de los pezones, cambios de la piel de los pezones o senos, fruncimiento o formación de hoyuelos, aumento raro en el tamaño de un seno o un seno anormalmente más bajo que el otro. Son llamados de alerta. Una mujer que note alguno de estos cambios debe acudir al médico. La mayoría de las veces no es un cáncer, pero sólo es el doctor quien lo podrá asegurar.

¿Cómo lo detecto?

Existen tres métodos para la detección del cáncer de mama. Someterse a: a) un examen de autopalpación de la mama (mensualmente), siempre en el mismo momento del ciclo menstrual; b) un examen clínico de la mama (se aconseja que el médico lo lleve a cabo anualmente), entre los cuarenta y cuarenta y nueve años de edad de las pacientes y, c) una mamografía. Si se detecta la presencia de un bulto o masa, es necesario obtener un diagnóstico definitivo del tejido, mediante el uso de una aguja fina o de una biopsia. Las mujeres pueden tener un papel decisivo en la detección precoz del cáncer de mama, consultando con su médico acerca de los síntomas que tienen que vigilar y estableciendo un programa de revisión médica general adecuado. Cuando el cáncer está presente, el especialista puede informar acerca de qué clase de cáncer se trata y si es invasivo.

¿Quiénes pueden contraerlo?

Más del 80% de los casos de cáncer de mama se observan en mujeres de más de cincuenta años. Pero existen también otros factores de riesgo importantes: 1) comienzo precoz de la menstruación (antes de cumplir los doce años de edad), 2) aparición tardía de la menopausia (después de los cincuenta y cinco años de edad), 3) no haber tenido nunca un embarazo a término, 4) un primer embarazo a término a edad avanzada, 5) después de los treinta y un años, 6) con antecedentes familiares de cáncer de mama (observados en la madre, las hermanas o las hijas de la mujer este riesgo aumenta aún más si el miembro de la familia contrajo el cáncer antes de la menopausia), 7) antecedente personal de cáncer de mama (aumenta el riesgo de que vuelva a aparecer un cáncer en el tejido mamario restante), 8) exposición a la radiación.

Hasta la fecha, se desconoce si el riesgo del cáncer de mama está influenciado por la toma de medicamentos que contengan hormonas (anticonceptivos orales, tratamientos para la infertilidad, estrógenos para controlar los síntomas de la menopausia). Los científicos esperan hallar la respuesta a esta importante cuestión estudiando un gran número de mujeres que forman parte de las investigaciones relacionadas con las hormonas.
”Muchas pacientes están preocupadas por las lesiones benignas de la mama -argumenta un especialista, el Dr. Fernando Alvarez-; para la mayoría, los bultos que tan a menudo se encuentran en la mama no les aumenta el riesgo de desarrollar un cáncer de mama. De todas formas, ciertos cambios benignos en los tejidos de la mama que se diagnostican a través de una biopsia, sí hacen aumentar el riesgo de cáncer de mama”.

Diagnóstico

Para hallar la causa de algún signo o síntoma que pudiera observarse como un probable cáncer de mama, se ordena un examen físico cuidadoso y se interroga al paciente acerca de su historial médico y el de su familia. Además de una revisión general, el especialista lleva a cabo una o más de las exploraciones de la mama:

· Palpación: El médico puede averiguar muchas cosas sobre un bulto en la mama a través de su palpación cuidadosa y también de la de los tejidos de alrededor. Los bultos benignos son diferentes de los cancerosos.

· Mamografía: La radiografía de la mama puede aportar una información de gran ayuda para el médico acerca de un bulto de la mama. Si se aprecia alguna zona sospechosa o no del todo clara, pueden ser necesarias algunas radiografías adicionales. La mamografía es la mejor herramienta de detección precoz que se dispone. Los estudios llevados a cabo demuestran que “la realización de mamografías regularmente (no sólo una vez) salva vidas en mujeres de cincuenta años o más” sostiene el Dr. Alvarez.

· Ultrasonografía: Con esta técnica (ondas sonoras de alta frecuencia), se puede diferenciar entre un bulto sólido (sospechoso) o con líquido (probablemente un quiste benigno). Esta exploración debe ser realizada junto con la mamografía.

El especialista consultado aclara que “es importantísimo que cada mujer lo hable con su doctor y juntos decidan lo que es mejor para ella”.
Son muchas las mujeres que optan por explorarse ellas mismas la mama una vez al mes. “La mama de cada mujer es diferente y además cambia debido a la edad, ciclo menstrual, embarazo, menopausia, o la toma de anticonceptivos orales u otras hormonas. Es común que la mama esté hinchada y muy sensible antes o durante la menstruación. La mujer tiene que consultar cualquier cambio que experimente en sus mamas tanto si lo ha detectado durante la autoexploración de la mama como si ha sido en otra situación” dice el doctor consultado por La Urticaria y advierte que “para las mujeres de más de cincuenta años, la autoexploración de la mama no es un sustituto de la realización periódica de la mamografía”.

Tratamiento

El tratamiento suele comenzar al cabo de pocas semanas después de realizado el diagnóstico. Habrá tiempo suficiente para que la mujer hable con su médico sobre el tratamiento a elegir o disponer de una segunda opinión. Los estudios realizados muestran que un retraso breve (de algunas semanas) entre la biopsia y el tratamiento no tiene por que provocar que el tratamiento del cáncer de mama sea menos efectivo. Existen varias maneras para encontrar un especialista para una segunda opinión: El médico de la paciente puede remitirla a uno o más expertos.
El tratamiento principal es quirúrgico. El paciente y su médico decidirán cuál es el tipo apropiado de intervención y si se recomienda el tratamiento adicional con radiación, quimioterapia y/o hormonoterapia. Muchos factores intervienen en la determinación del grado de tratamiento necesario. Los tipos de terapias que se utilizarán para tratar el cáncer dependerá del tamaño y localización del tumor en la mama y de los resultados que arrojen los estudios de laboratorio como del estado en que se encuentre la enfermedad. Para desarrollar un plan terapéutico adecuado a las necesidades de cada paciente, se considerará la edad de la mujer y su estado general, así como su opinión acerca de las diferentes opciones de tratamiento.
Los investigadores buscan formas más efectivas para tratar el cáncer de mama. También intentan averiguar cómo reducir los efectos secundarios del tratamiento y mejorar la calidad de vida de las pacientes. Cuando la investigación en el laboratorio muestra que un nuevo método de tratamiento puede ser prometedor, las pacientes con cáncer reciben dicho tratamiento en ensayos clínicos que se efectúan comparando resultados entre un tratamiento nuevo y uno estándar. Las pacientes que forman parte de un ensayo clínico pueden tener la primera oportunidad de beneficiarse de un método de tratamiento mejor, y además hacen una contribución importante a la ciencia médica.

Avances en la investigación

Rara vez se puede sostener el por qué una persona tiene cáncer de mama y otra no. Sin embargo está claro que el cáncer de mama no está causado por sacudir, lastimar o tocar la mama y que no es contagiosa. Hay adelantos en las investigaciones que combinan la quimioterapia con la hormonoterapia y la radioterapia. Algunos ensayos incluyen la terapia biológica, tratamiento con sustancias que estimulan la respuesta del sistema inmunológico frente el cáncer o bien ayudan al organismo a recuperarse de los efectos secundarios del tratamiento. Estudiando un gran número de mujeres por todo el mundo, los investigadores han hallado ciertos factores de riesgo que aumentan las posibilidades de una mujer de desarrollar cáncer de mama. Existen también otros factores de riesgo que se desconocen. Sin embargo los estudios realizados demuestran que la mayoría de mujeres con factores de riesgo conocidos no desarrollan cáncer de mama. Y muchas mujeres que tienen cáncer de mama no presentan ningún factor de riesgo de los que se conocen, aparte del riesgo que aumenta con la edad. Según datos que informó el diario Clarín (el 2 de octubre pasado), las mujeres argentinas mayores de 35 son las más afectadas con un alto porcentaje –de un 90 %- de ser curado cuando se efectúa un diagnóstico precoz.
La Fundación Cáncer (FUCA), junto con el Ministerio de Salud y la Secretaría de Salud del Gobierno de la Ciudad, apoyará la distribución de folletos que explican el modo de prevenir y detectar a tiempo el cáncer de mama durante el presente mes en la campaña denominada “Mes de Concientización del Cáncer de Mama” y se iluminará el Obelisco de rosa, cada noche de octubre (también ocurrirá en otros 54 monumentos de 44 países) como símbolo de alerta.

Nota publicada en La Urticaria Nº 16, octubre de 2001


Cáncer de próstata: una preocupación seria y común

El cáncer de próstata es la forma más común de cáncer en los hombres mayores de 50 años de edad y le sigue en la escala de muertes al cáncer de pulmón. Es común que la glándula prostática se agrande a medida que el hombre envejece y es probable que se origine alguna clase de problema prostático en determinados momentos. Cuando se diagnostica temprano el tratamiento es más exitoso. Pero los hombres siguen renuentes, en una inmensa mayoría, a realizarse los controles de rutina. El miedo gobierna y devasta.

La próstata es la glándula sexual masculina que produce el semen. Su tamaño es semejante al de una nuez y se encuentra alrededor de la vejiga, que es el órgano donde se almacena la orina. La próstata pesa entre 20 y 25 gramos y se encuentra rodeando la uretra. Su función principal tiene relación con la fertilidad. A partir de los treinta años, la próstata puede tener cambios y presentar un crecimiento canceroso benigno o maligno, que se manifestará en etapas avanzadas de la vida.

Los investigadores no conocen todas las funciones de la glándula prostática. Sin embargo, se sabe que juega un papel importante tanto en la función sexual como en la urinaria y que no se puede adquirir cáncer de otra persona que lo tenga. Los doctores están estudiando las cosas que aumentan el riesgo de contraerlo.

Como ocurre con muchos tipos de cáncer, la detección y el tratamiento tempranos aumentan las perspectivas de curación. El cáncer de próstata es un tipo de cáncer que crece lentamente. Cuando se desarrolla muy a finales de la vida, como es frecuentemente el caso, la repercusión de la enfermedad puede ser mínima. Sólamente puede detectarse con exámenes médicos regulares de la próstata. Es vital someterse a los exámenes necesarios que son los que pueden detectarlo o ayudan a descartarlo.

El cáncer de próstata se da con mayor frecuencia en hombres mayores. La próstata sigue creciendo durante la mayor parte de la vida de un hombre, de forma que es muy frecuente presentar a partir de los 60 años lo que se denomina una próstata "agrandada" o hipertrofia prostática benigna (HPB), mucho más común que el cáncer de próstata. Muchos de los signos y síntomas de la HPB son los mismos que los del cáncer de próstata.

Signos y síntomas

En su inicio, el cáncer no produce ningún síntoma o dolor, pero en etapas más avanzadas causa dificultad para orinar, el chorro es más débil con aumento en la frecuencia, se producen infecciones, hay presencia de sangre y hasta obstrucción. En casos más avanzados se puede presentar dolor óseo, pérdida de peso, anemia, edema, síntomas neurológicos, etc.

Durante las etapas tempranas, por lo general no se presentan síntomas. La mayoría de estos cánceres se descubren al hacer un examen rectal de rutina, o por exámenes de sangre. Se puede sentir necesidad de orinar frecuentemente, especialmente de noche o tener dificultad para comenzar el flujo de orina, o no poder detenerla (incontinencia). En algunos casos también ocurre no poder orinar nada; presentar dolor y ardor al orinar o eyacular; haber sangre en orina o semen. Podrá también ocasionar dolor o sensación de rigidez en la parte baja de la espalda, caderas o parte superior de los muslos.

Por lo general, el cáncer de próstata no tiene señales o síntomas específicos en las etapas tempranas, por lo que es muy importante someterse a exámenes de exploración. El examen físico anual, el examen de sangre para detectar el antígeno prostático específico y el examen rectal digital ofrecen la mejor probabilidad de identificar el cáncer de próstata prematuramente. Los síntomas pueden parecerse a los de otras condiciones o problemas médicos. Siempre habrá que consultar al médico para el diagnóstico.

Cuidados

Primero se debe determinar en que etapa está el cáncer. Esto incluye medir el tumor y hacer otras pruebas para determinar si el cáncer se ha diseminado. Se puede requerir un examen rectal, ultrasonido, exámenes de sangre, y radiografías. De acuerdo a los resultados se decidirá el plan de tratamiento.

Existen muchas formas de tratarlo. La próstata necesita una hormona masculina llamada testosterona para fabricar el semen. Esta hormona puede hacer que el cáncer crezca. Se puede necesitar medicina hormonal para bloquear la testosterona o cirugía y radiación. Es frecuente recibir dos o más clases de tratamiento al mismo tiempo tales como medicinas y radiación o se puede escoger cirugía y medicamentos para tratar el cáncer.

El enfermo tiene el derecho de participar en el plan de su cuidado. Para participar en este plan, debe aprender acerca de su enfermedad, lesión o cirugía. De esta forma, con su médico, podrá establecer las opciones y decidir que tratamiento utilizará para su cuidado. Siempre tiene el derecho a rechazar su tratamiento.

Diagnóstico

Tacto rectal. Parte del chequeo físico anual recomendado para los hombres mayores de 40 años de edad (mediante la inserción de un dedo enguantado en el recto, el médico palpa la superficie de próstata a través de la pared del intestino).

Antígeno específico de próstata (PSA). Proteína producida en la próstata que puede elevarse cuando el cáncer está presente (los niveles de PSA pueden ayudar al médico en el seguimiento de un paciente con problemas de próstata).

Punción/Biopsia de próstata. Una aguja colocada directamente en la próstata a través del recto o del perineo -el espacio entre el escroto y el ano-, o una biopsia mediante una operación (determina si una masa sospechosa es cáncer de próstata; se analiza microscópicamente una muestra del tejido tomado del área).

Si existe cáncer, varios otros procedimientos, incluyendo radiografías, pruebas de laboratorio y procedimientos computarizados de radiología de diagnóstico serán útiles en determinar el grado de la enfermedad.

Tratamiento y pronóstico

El tratamiento del cáncer de próstata es sumamente individualizado y deben considerarse muchos factores, sobre todo los concernientes a la etapa de la enfermedad, los antecedentes médicos generales del paciente, la edad, el estado general de salud, la esperanza de vida.

El tratamiento depende de la etapa en la que se encuentra su enfermedad, su edad y su salud en general, y es sumamente individualizado. En cada caso se combinarán las opciones más sensatas de cirugía, radioterapia, hormonoterapia y terapias biológicas. La quimioterapia no ha resultado de gran utilidad en el cáncer de próstata.

La tasa de supervivencia a los 5 años es de 85 % para los pacientes con cáncer de próstata cuyos cánceres se descubren en una etapa precoz, y la del cáncer de próstata en su conjunto ha aumentado hasta más del 70 % en los últimos 30 años. Rara vez ocurre antes de los 55 años de edad. La mayoría de los hombres diagnosticados tienen 65 años o más. El cáncer de próstata se está volviendo más frecuente y quizás esto se deba a que los hombres viven más.

Datos y opiniones especializadas

  • El 75 % de los diagnósticos se produce cuando el tumor está localizado.
  • Se cura más del 60 %.
  • Es la segunda enfermedad oncológica masculina y la primera luego de los 60 años; la sufrirá el 10% de los hombres.
  • Hace 15 años sólo se diagnosticaba el 15% en estadios tempranos.
  • Los tratamientos actuales son eficaces.
  • Se recomienda una consulta anual con el urólogo a partir de los 40 años.
  • En el mundo, el cáncer de próstata es el tumor maligno más frecuente en el hombre, con más de 200.000 nuevos casos por año y 35.000 muertes.

En la sección “Ciencia y Salud”, del diario La Nación ( 22-10-01) algunos especialistas definieron los avances en la lucha contra el cáncer de próstata:

  • El Dr. Osvaldo Mazza, Jefe del Servicio de Urología del Hospital de Clínicas sostiene que "de cada 100 hombres, 10 sufren la enfermedad. De ellos, se curará entre el 60 y el 80%".
  • El profesor Claude Schulman (Departamento de Urología del Erasme Hospital, Bruselas, Bélgica) expresó que "los hombres consultan un 50% menos al urólogo que las mujeres al ginecólogo; hay muchos casos, sobre todo en los pacientes menos añosos, en los que el cáncer de próstata es heredado. Pero también juegan un rol fundamental la mala nutrición -dietas altas en grasas y pobres en vegetales-, la falta de selenio y de vitaminas como la E, y el sedentarismo".
  • Uno de los presidentes del 38° Congreso Argentino de Urología, Dr. Miguel A. Costa, advierte que “es fundamental que los hombres consulten. Es la única forma de hacer diagnóstico temprano".
  • El Dr. Carlos Nolazco, médico urólogo miembro de la Sociedad Argentina de Urología (SAU), entidad organizadora del mencionado Congreso, dijo que “el 75% de los diagnósticos se realiza en estadio precoz. Hace 15 años, la cifra sólo llegaba al 15%".

Aceptar el cáncer es duro. Quién lo tiene y los que lo rodean pueden sentirse asustados, deprimidos, enojados o tristes. Estos son sentimientos normales. Hablar con sus médicos, familia o amigos o unirse a un grupo de apoyo puede contribuir a sobrellevarlo mejor. La recomendación de los testeos anuales para los hombres mayores de 40 años que presenten antecedentes familiares directos de cáncer de próstata (abuelo, padre, tío, hermano) y a todos los varones -sin excepción, ni síntomas, ni antecedentes- que hayan cruzado la barrera de los 50 es de vital necesidad.

Nota publicada en La Urticaria Nº 17, noviembre de 2001


En 2001 colaboré escribiendo notas de salud en la revista barrial "La Urticaria" dirigida por Jorge Alberto Pérez y Gustavo Masó.

Por la tragedia en la que se sumió el país en diciembre de 2001, el periódico "La Urticaria" dejó de salir. El número de diciembre incluiría una nota sobre primeros auxilios, que se reproduce a continuación, y para el mes de enero estaba preparando una sobre las infecciones por salmonera...

Primeros Auxilios: Indispendable saber actuar

“Los seres que buscan, que se guían bajo la guía de la razón, no apetecen para sí nada que no deseen para los demás seres, y, por ello, son justos, dignos de confianza y honestos.”

(Spinoza, Ética).

¿Qué hacer cuando alguien está tirado en la calle? Vaya pregunta si las hay. ¿Y si me encuentro con un herido sangrando? Y si una embarazada está por dar a luz en el medio de la nada, en plena ciudad o en un vehículo, ¿cómo actúo? ¿Me distraigo? ¿Huyo? Son posibilidades tan humanas como instintivas, hasta cobardes. Estar imposibilitado o incapacitado de socorrer a alguien en una emergencia nos toca a la mayoría de los seres, pero en ese lapso, en ese efímero (y a veces eterno lapso) saber qué hacer puede salvar una vida.

En una oportunidad, en un diario y en imágenes televisivas se fotografió a un asaltante esposado tras ser atrapado por la ley en un frustrado robo a un Fast Food. Lo que quiero destacar es que la gente que iba a consumir al lugar seguía solicitando su pedido y los despachantes hacían lo propio mientras el hombre estaba tirado. Todos, menos las cámaras, parecían –lo hacían- ignorar al delincuente. Como si nada. Esa imagen se repite cotidianamente cada vez que alguien está tirado en la vía pública, y pasamos a su lado sin mirar, sin hacer y casi siempre sin saber qué hacer. Nos da miedo enfrentar lo desconocido, lo doliente, lo enfermo, lo sangriento. Pero si supiéramos qué hacer, nos comprometeríamos mucho más.

Desmayos en la calle

Si encontramos a una persona tirada en la calle, lo primero que tenemos que hacer es solicitar a alguien que llame a una ambulancia urgente y NO mover al accidentado. Puede estar en estado grave, puede tener algún traumatismo. Como se ignora su estado, NO moverlo es evitar generarle un mal mayor, pero podemos advertir a simple vista si está respirando o no. Acercarse por detrás de los hombros, hablarle al oído y preguntarle si escucha y cómo se siente. “Samarriarla un poco para observar la reacción” dice el enfermero Javier Asrin. Si no responde existe un modo de averiguar si respira adecuadamente. “Es lo que denominamos el Sistema MES” nos comenta y agrega “Miro los movimientos toráxicos, Escucho la entrada de aire y Siento su respiración”. Si el herido no respira “se realizan las insuflaciones”, el archiconocido Respiración Boca a Boca. “Se denomina Maniobra” dice Asrin. Se pone algo detrás de la cabeza como almohada para mayor comodidad del accidentado, se tira la cabeza para atrás para que la cabeza quede hiperextendida (“para producir la apertura de las vías aéreas”) y se coloca una mano en la frente y la otra en la pera. Con la primera se tapará la nariz (para que no salga el aire que se le suministrará y pueda ingresar mejor en los pulmones) al tiempo que con la otra se abrirá la boca. Con “nuestra” boca sellaremos toda la boca -incluyendo los labios- del desmayado, “para que haya una reanimación favorable”. Se realizará un ciclo de Respiración Boca a Boca que consiste en suministrar 5 veces aire en un minuto. Luego se observará la reacción palpando la carótica (en la izquierda del cuello, porque es la más próxima al corazón) o tomando el pulso (un pulso normal es de 60 a 100 pulsaciones por minuto). Si el paciente reacciona, habrá que acompañarlo hasta la llegada de la ambulancia, si no reaccionara, habrá que realizar la Reanimación Cardíaca; lo que se conoce como Resucitación Cardiopulmonar.

Para esto se alternará la respiración Boca a Boca con la Reanimación Cardíaca. Los masajes cardíacos se realizan de la siguiente manera: desde la parrilla costal (el conjunto de costillas) ir subiendo hasta el esternón (lo que une las costillas, esa pronunciación en el centro del pecho); bajando de 3 a 4 costillas desde esternón se coloca el “talón” de la mano (entre palma y muñeca) y se entrelaza la otra mano (se la coloca sobre la primera –como una copulación de ranas- entrelazando los dedos). A partir de ese instante se realizarán movimientos seguros y secos empujando hacia adentro (como haciendo presión). El esternón se tiene que dilatar por lo menos de 3 a 5 cm (se siente el hundimiento del esternón). Si la persona que socorre está sola deberá aplicar 15 compresiones de Reanimación Cardíaca y 2 de Respiración Boca a Boca en 4 ciclos. Si el herido no reacciona continuar con otros 4 ciclos y así hasta que llegue un médico o reaccione. Si se está acompañado, se puede solicitar ayuda y que este voluntario practique la Reanimación Boca a Boca. En este caso se deberán realizar entre 4 y 5 ciclos de 5 compresiones (que realiza uno) con un Boca a Boca (que realiza el otro). Es importante destacar que si el desmayado reacciona, uno debe acompañarlo hasta que los profesionales arriben al lugar: un accidentado que reacciona puede volver a caer en desmayo.

Hemorragias, heridas cortantes, sangre

En el caso de encontrarnos con una persona herida que está sangrando, dependerá del grado y del sector donde se halle la abertura para accionar en consecuencia. Si fuese un accidente provocado por un simple corte, se puede accionar con un torniquete a 5 o 10 cm de la herida en dirección al corazón: nos referimos específicamente a miembros superiores e inferiores. Con un pañuelo, tela, bufanda, etc, se lo ata a 5 o 10 cm ajustadamente para impedir que la sangre siga fluyendo. También se puede anudar dos veces el elemento utilizado para el torniquete atravesando un objeto que puede ser un palo, birome, lápiz, etc, entre ambos nudos y hacerlo girar como una hélice de helicóptero para ajustar aún más e impedir la salida de sangre. Si el herido estuviera sangrando en otro sector del cuerpo donde es imposible realizar un torniquete, hay que tapar haciendo presión con alguna prenda donde está el orificio de salida de la sangre para evitar que salga mucho más. Como en cada caso, lo primero es solicitar que alguien llame a emergencias médicas.

Partos callejeros o en tránsito

Si surge la oportunidad de asistir a una embarazada que está por dar a luz la cosa no es tan simple ni tan complicada. ¿Cómo es esto? Vayamos por parte. Primero debemos acostar a la embarazada en un lugar firme, lo más cómoda posible, con la cabeza apoyada en algo. Luego retirarle la ropa interior para poder asistirla mejor. Lograr que ponga sus piernas en posición ginecológica (inclinadas hacia arriba) y ubicarse frente a la vagina. El trabajo más groso lo realizará la mujer, que deberá pujar para que el bebé salga. El ayudante deberá esperar la salida del bebé. Hasta aquí es lo más simple. Producido el parto, habrá que arropar al bebé para mantenerle la temperatura y es fundamental observar que el nacido llore. Si no habrá que darle algunas palmaditas en la cola para hacerlo reaccionar. “El llanto se da porque en el alumbramiento hay una leve presión sobre su tórax e ingresa aire en sus pulmones, y comienza a respirar por sí mismo; elimina el poco líquido que pudiera tener todavía” comenta el doctor Sergio Maulen, infectólogo del Hospital Muñiz. Es lo más natural. Un bebé viene con el cordón umbilical que lo conecta con la placenta de la madre. Aquí viene lo complejo. La placenta saldrá sola un rato después del bebé (a veces hasta 30 y 40 minutos después). Si no ocurriera, habrá que ayudar a la madre a pujar otra vez. El cordón deberá ser clampeado (atado) -en un hospital o clínica se utilizan pinzas especiales para clampear- a 15 cm del ombligo del recién nacido. Al haberse producido el parto en forma urgente y precaria, se podrá usar la mano haciendo presión para cortar la circulación de sangre de la placenta al ombligo del bebé (donde se indicó) porque éste ya respira por sí mismo y atar en donde se presionó con un cordón de calzado o lo que esté a mano. Solicitar en algún lugar una tijera o cuchillo para poder separarlo de la placenta. “El cordón es una vena que conecta a la madre con el hijo y hay que cortarlo apenas fue atado para evitar que el bebé se desangre” nos informa el Dr. Maulen.

Quemaduras y Cortes leves

Ante la posibilidad de quemarse con un artefacto, agua caliente o fuego en forma leve pero con la piel comprometida, lo primero es no tocarse. Exponer la piel dañada en agua fría y cubrir con una bolsa para evitar toda contaminación y dirigirse al centro asistencial más cercano. Atención: No utilizar pastas dentífricas ni cremas, talco o agua oxigenada porque puede generar irritación o un daño mayor por los compuestos químicos fuertes que tanto cremas como pasta pudiesen contener.

Si la quemadura tiene un tinte más de simpleza como quemarse con un cigarrillo o algo parecido, luego de lavar bien con agua y jabón habrá que desinfectar con un cicatrizante como el merthiolate, alcohol fino o agua oxigenada, utilizando algodón o gasas y dejando expuesta la piel (sin cintas o curitas).

Si se produjera un corte habrá que lavar con jabón y agua para desinfectar la herida y aplicar también cicatrizantes. Una vez realizada la pre-curación, en heridas grandes, muy profundas, se puede tapar con una gasa y cinta adhesiva e inmediatamente concurrir a un hospital, consultar a un médico y aplicarse, en caso de no tener, la vacuna antitetánica (tanto si hay herida leve como grave), que recomendará el doctor consultado.

Insolación, Fiebre

En caso de insolación hay que hidratar el cuerpo con abundante líquido. Apartarse a un lugar fresco, no mojarse con agua fría por la alta temperatura corporal y si es posible consumir sales de rehidratación oral (que se pueden comprar en cualquier farmacia).

Si alguien tiene fiebre hay tres modos de tomar la temperatura y se la realiza con el termómetro: en axilas, boca o recto. En todos los casos se toma el termómetro desde el extremo opuesto al bulbo (donde comienza la escala numérica y el mercurio). Si la marca registrada es mayor a 35º habrá que bajarla (a 35º o menos) con movimientos secos hacia abajo. El tiempo estimado para tomar la temperatura es de 3 a 5 minutos. Si el termómetro es digital, se enciende, se lo coloca y cuando marca varios bips, se lo retira.

En ambos casos se colocará el bulbo mercurial en el lugar elegido: axilas, recto o boca (en este caso va debajo de la lengua. No hay que morderlo, simplemente sostenerlo con la comisura de los labios).

  • a) Si la temperatura es de 35º 9 a 36º 9 se puede decir que es normal.
  • b) Si fuera menor a 35º 9 hay hipotermia. La persona deberá ser socorrida con calor (arroparla bien).
  • c) “Si la temperatura marca más de 36º 9 a 37º 5 o 37º 8 se produce lo que se denomina Estado de Febrícula. No llega a ser fiebre pero no tiene una temperatura normal” argumenta Asrin. Paños de agua fría en axilas e ingle (no en la panza) es una sencilla solución.
  • d) Si la temperatura marcara entre 37º 8 y los 40º existe fiebre y hay posibilidades de tener una convulsión. Se debe actuar tratándola con hielo en bolsas especiales o de nylon para bajar la temperatura. Si hay transpiración: bañarse varias veces al día con agua frío-tibia, cambiarse de ropa e hidratarse con mucho líquido.

Si hubiera dolor de cabeza o de vista se puede recurrir a paños de agua fría en la frente y tomar algún tipo de analgésico. En caso de problemas de garganta se puede tomar té con limón o miel. En los casos c) y d) se puede acompañar con antifebriles.

No olvidarse, siempre, en todos los casos citados, de llamar, concurrir o acompañar (en un caso solidario) al médico.


El Botiquín esencial en casa

Los principales elementos que no deben faltar en un botiquín casero para primeros auxilios son:

Merthiolate, Agua oxigenada, alcohol fino, algodón, gasas, cinta adhesiva, curitas, antifebriles.


Teléfonos de Urgencia

Emergencias médicas: 107

Bomberos: 100

Policía: 101

SAME (urgencias): 107 / 4923-1051 al 58

Hospital de Quemados: 4923-4082 / 3022 al 25


Nota inédita a publicarse en La Urticaria Nº 18, diciembre de 2001




En 2001 colaboré escribiendo una nota sobre cárceles en la revista barrial "Centenario", dirigida por Elizabeth Castagnoli.


La vida en las cárceles

La vida en las cárceles tiene poco de vida y sí mucho de supervivencia y de muerte. Nadie sale salvo de una cárcel. Nadie sale sano. El sistema, nosotros, ciudadanos, Estado, régimen carcelario, no arbitramos ningún recurso que permita a los que delinquen sanar-salvar sus penas. Todo está podrido, y la inseguridad que padecemos cada día, genera más repulsión hacia los convictos. Esta nota no pretende juzgar. Nos adentramos sí a través del relato de tres hombres (un ex convicto, un preso y uno en libertad condicional) que comparten con los lectores de Centenario parte de su experiencia.

Clasificar el status social de quienes purgan penas en las cárceles argentinas es bastante fácil. Hay algunos narcotraficantes, hay algunos estafadores de guante blanco y personajes de un nivel sociocultural alto. El alto porcentaje de delincuentes procede de familias carenciadas, de alto riesgo social. Muchos fueron abandonados en orfanatos, a otros la “vida” les obsequió reformatorios, institutos de minoridades, vejaciones de mayores, y la escuela de la calle: tan vertiginosa y fascinante como insolente y demoledora.

Bienvenidos a la jungla

Vivir en una cárcel implica conocer sus códigos, respetarlos. Cada penal tiene sus particularidades, pero hay algo en común: “el día que llegás es siempre igual en cualquier parte” nos contó Pablo G. que conoció penales de la ciudad y de la provincia de Buenos Aires y que ahora está cumpliendo libertad condicional. “Los presos te piden la ropa que traés puesta o te encaran y tenés dos opciones: o te peleás o se la das y te quedás en bolas (sic) y pasás a ser el mulo del pabellón o de algún preso”.

Los mulos son quienes ofician de sirvientes: hacen la comida, mantienen limpias las celdas, lavan la ropa y son sometidos (en la mayoría de los casos) al acoso sexual con uno o varios de los presos. “Dentro del penal sos poronga o mulo. Mandás u obedecés” dice Rolo, que por cuestiones de seguridad no da su verdadero nombre (pena una condena en la Unidad Nº 2 de Devoto) “y cuando llegás te tiran en la leonera. Una celda de aislamiento que compartís con otros ingresos (presos que ingresan al mismo tiempo) para que te amanses. Las leoneras son muy chicas y hay por lo menos veinte monos con vos. Luego te amansan los cobanis (guardias) a puro golpe para que comprendas quien manda”.

Y en un penal, como en la ley de la selva, manda el más fuerte. Y en esa fortaleza se cimenta su dominio. No se arbitran los medios para que un detenido cumpla con su condena que le permita reflexionar sobre el delito cometido y asumir la culpa que lo aqueja en su conciencia y lo devasta. Dice Pablo G.: “la cárcel está impregnada de ese olor nauseabundo, mezcla de basura y humedad, los guardias te hacen sentir que sos peor que una rata. No hay chances de que salgas reformado de nada. Además las jerarquías tenés que respetarlas. No es lo mismo un ladrón que un asesino, un violador o un traficante de drogas. No es lo mismo estar en el pabellón VIP que en el pabellón homosexual”.

El pabellón VIP reúne a quienes pueden pagar una renta (no menor de los 500 dólares) para asegurarse protección o tranquilidad. Homosexuales, violadores, personalidades, pesos pesados se confunden entre los barrotes de un lugar si bien no mucho más tranquilo cuando al menos más cálido de convivencia.

Los pabellones rosa (como habitualmente denominan al espacio para los homosexuales) albergan a muchos detenidos con sida, a muchos que han violado y a gays que asumen su sexualidad para evitar riesgos de sometimiento en los pabellones comunes. Según expresa Rolo “son quienes hacen de mujer, e incluso le hacen favores a los cobanis para conseguir mejores condiciones carcelarias y la posibilidad de un acomodo del guardia para regímenes de visita o certificaciones de buena conducta para el juzgado”.

En el resto de los pabellones uno debe vivir alerta. Nadie puede darle ventaja a nadie. “La primera noche no dormís” dice un ex convicto que prefiere no dar nombre ni su alias y agrega que “y a veces ni las siguientes noches. Si caíste por violación, los guardias te hacen el chamuyo para ver hasta donde llegás con tu versión del asunto”. Es moneda corriente que la primera noche de un violador finalice con una violación masiva y sádica. Le tapan la cabeza y nunca sabe quienes lo hicieron. Son por lo menos quince los autores. También es frecuente que, como debió sufrir los golpes que los guardias le impartieron, esa noche la pase con incontinencia; entonces el grupo acosador le introduce algún objeto en su recto. Su futuro está echado: irá a parar al pabellón rosa. “El débil cae siempre. El violador es la escoria del penal” sentencia Pablo G.

Sexo, drogas y desamor

Todos saben que hay sexo en la cárcel. Guardias, familiares, la opinión pública, los jueces y funcionarios de turno. Pero el sexo juega un papel preponderante para sobrevivir dentro del penal, como así también para sobrellevar lo cotidiano. El preso es de carne y necesita afectos que en muchos casos no llegan. Los cónyuges los abandonan, las parejas los abandonan. Sienten el desconsuelo que en varias ocasiones se palea con el sexo. También el sexo es un modo de medir jerarquías. El modo de practicarlo determinará quién gobierna y quien es sometido. Existen casos de parejas formadas en la cárcel que son respetadas, pero son pocos los que disfrutan de una relación y del respeto del resto. Allí alguien somete por convencimiento o por violencia, y si el otro no se hace respetar y enfrenta a su agresor, pagará las consecuencias: ser “la mujer” del dominante y de varios más si este lo dispone así. En ese punto el mulo reconoce que es su mejor modo de supervivencia: “mejor el marido de uno que el esclavo de todos” dice Pablo G.

El ex convicto y ahora abogado Sergio Schoklender manifiesta en un pasaje de su libro “Infierno y Resurrección” (Ed. Colihue, 1995) que muchos presos están acostumbrados a una vida sexual con otros hombres, más precisamente con “putos”, como argumenta al hablar de un presidiario que conoció, Soco: “Recién nacido, lo habían dejado en un asilo, en Entre Ríos; había pasado por varios institutos religiosos –los odiaba-, por institutos de menores y había salido al cumplir la mayoría de edad. (...) Soco llevaba entre cárceles e institutos más de treinta años en prisión. Era difícil estimar qué edad tenía; le calculaba unos treinta y cinco años”. En una oportunidad instó a Schoklender a atacar a un detenido que se le había insinuado. Le dijo que él era un hombre y que el otro era un “puto”. “Intentaba explicarle -dice Sergio- que tenía que dejar tranquilo a los pibes y ganarse una mujer para cuando saliera. Pero para Soco no existían las mujeres: había crecido en las cárceles y su sexualidad se había acomodado a esa circunstancia”.

La aparición del sida ha arrojado un manto de desconfianza a las violaciones, pero también ha potenciado el descontrol de presos infectados con el virus del sida por contagiar a otros. “No tienen nada que perder” dice Rolo. “No hay prevención, no te dan profilácticos, aunque todos saben bien que hay sexo. Muchos improvisamos forros con bolsas de polietileno. Incluso en los días de visitas de nuestras mujeres. Te la hacen más difícil de lo que creés. Por eso muchos que salen y se enfrentan a la yuta prefieren morir que regresar”.

También están los que se entregan sexualmente por drogas, terminan dependiendo de los favores a cambio de una pastilla o algo de cocaína que anestesie el continuo desamor. Incluso muchos reos están bajo los efectos de drogas cuando tienen visitas de algún familiar muy allegado para no derribarse.

Esos días de visita los presos se preparan bien temprano. Cada uno le presta algo al que va a recibir visita. Los presos preparan mate, té, matecocido, tortas fritas y comparten ese mágico momento solapada armonía. Es un día sagrado. Pero también es un día probable de reclamos mediante motines; es un instante clave para la toda de rehenes, para el reclamo ante las autoridades y también para el ajuste de cuentas. En medio del pandemonium que genera un motín, alguien resulta herido o muerto, y nadie ve ni escucha nada. El silencio protege, el silencio evita represalias.

Las visitas maritales tienen un día especial, donde el detenido puede mantener relaciones sexuales con su pareja. Pero también existen las famosas carpas, que son mantas que generan un espacio para que las parejas se encuentren sexualmente mientras delante de las mismas hay otros familiares –incluso niños- visitando detenidos.

Guiños y vacío

Cada grupo de presos convive y comparte sus cosas en su ranchada. Allí matean, intercambian historias, muchos se drogan o preparan bebidas alcohólicas. En la ranchada encuentran un espacio de contención, tan lleno de guiños como vacío de afectos sinceros. Las ranchadas también protegen a los suyos de las hostilidades de otras ranchadas y también de los guardias. El más anciano suele ser jefe: lleva varios años encerrado, mantiene su conducta de delito, no delata a sus cómplices y jamás transa con la policía. Aunque en muchas ocasiones, para su beneficio carcelario, negocian algunas cosas con los guardias.

En cualquier momento la guardia del penal irrumpe y el procedimiento de requisa arrasa con todo a su paso. Destruyen todas las pertenencias, cada preso debe desnudarse, debe permanecer en posiciones incómodas y es mejor evitar el retobe porque las consecuencias son feroces golpes y una celda de castigo (aislado, a oscuras, sin posibilidades de realizar las necesidades fisiológicas).

En los últimos años existe una mayor preocupación por mejorar el habitad y la reinserción social del penado. Pero todo se diluye siempre en meras conjeturas, en escasas reuniones y en maquiavélicas decisiones. Las autoridades argumentan que todo funciona bien. Los marginales siguen delinquiendo. Cada día hay más robos y los mayores utilizan a los menores, porque serán inimputables, para cometer los delitos. Quienes han pasado más de la mitad de su vida tras las rejas tienen poco que perder, y su elección frente a la policía es a todo o nada. Los ciudadanos pagamos las consecuencias, la inseguridad nos vuelve paranoicos, nos genera miedo, y como define Pablo G. “las decisiones políticas y sociales nunca llegan”.

Nota publicada en Centenario Nº 75, marzo de 2001